Sr. McGuire: Sólo quiero decirte una sola palabra— Sólo una palabra.
Ben: Sí señor.
Sr. McGuire: “Plásticos”
Ben: ¿Exactamente qué quiere decir?
Sr. McGuire: Hay un gran futuro en los plásticos. Piénsalo. ¿Seguro que lo pensarás?
Ben: Sí, sí lo pensaré.
El 21 de Abril se cumplen 50 años del estreno de la película «El Graduado».
Al joven Dustin Hoffman en el papel de Benjamín Braddock, le aconsejaban que se dedicase a los plásticos. Era el futuro.
Aquel futuro ahora asfixia nuestro presente.
Medio siglo después estamos hasta el cuello de basura plástica.
Contenido
La alarma del plástico
Casi todos los días almuerzo viendo los estragos que causan los plásticos en el medio ambiente.
Hasta hace poco el problema era externo.
Me indignaba cuando veía en pantalla a una tortuga con las carnes crecidas alrededor del plástico de un paquete de cervezas.
Sin embargo el asunto empezó a alarmarme desde el momento en que bajé la vista al plato y me pregunté cuanto micro plástico estaba comiéndome con una lata de caballas.
Parece que la naturaleza se empeña en devolvernos aquello con lo que la ensuciamos.
Y, puesto que el plástico es un material completamente artificial, no deberíamos esperar que la naturaleza nos echase una mano.
Hasta 2012.
Fecha en que unos estudiantes de la Universidad de Yale encontraron algo inesperado.
El hongo amazónico que come plásticos
Descubrieron que una especie rara de hongo de la selva amazónica es capaz de subsistir sólo con plástico.
Pestalotiopsis microspora , que así se llama el hongo, consume poliuretano, el ingrediente clave en los productos plásticos.
Lo convierte en materia orgánica.
El poliuretano se encuentra en una amplia variedad de electrodomésticos modernos, muebles, pinturas, piezas de vehículos, materiales aislantes de espuma, pegamentos y zapatos.
Algunos de los poliuretanos utilizados pueden ser reciclados en otros productos, pero casi todo termina en un vertedero.
FUNGI MUTARIUM, un proyecto para crear alimentos a partir de desechos
El problema es que una vez que entra en el vertedero podría permanecer allí casi indefinidamente.
No es biodegradable.
Livin Studio, en colaboración con la Universidad de Utrecht, crearon el Fungi Mutarium.
Se trata de un prototipo para producir alimentos a partir de hongos cultivados sobre residuos plásticos.
El micelio tarda sólo unas semanas en empezar a descomponer el plástico.
En unos meses, el plástico se desintegra por completo, y todo lo que queda es un hongo blanco e hinchado.
Incluso si no se come o se usa para cualquier otra cosa, el hongo puede ser compostado y convertido en tierra a un ritmo mucho más rápido que el del plástico, que se estima que tarda 400 años en descomponerse por sí solo.
Pestalotiopsis microspora no es el único hongo que se puede alimentar con plásticos.
Los hongos al rescate
Los Reales Jardines Botánicos de Kew, junto con un equipo de más de 100 científicos de 18 países han redactado un informe sobre el estado de los hongos en el mundo.
En el trabajo cuentan que los hongos pueden descomponer plásticos, limpiar material radiactivo e incluso acelerar la producción de biodiesel.
Un ejemplo. En 2017 un equipo de científicos chinos encontró una joya biológica en un vertedero de Pakistán.
Se trataba del hongo Aspergillus tubingensis, que rompe los enlaces entre las moléculas de plástico.
«Esta capacidad tiene el potencial de convertirse en una de las herramientas que se necesitan desesperadamente para abordar el creciente problema medioambiental de los residuos plásticos», dice el informe.
Producir menos plásticos
El enfoque biológico para hacer frente a la inundación del plástico surge justo cuando la UE vota favor de prohibir todos los plásticos de un solo uso para 2021.
Pero dejarle la tarea de liberarnos de los plásticos por completo a los hongos sería una irresponsabilidad por nuestra parte.
Aunque disminuyamos la producción de plásticos, seguiremos fabricándolos en los próximos años.
Aún así, los hongos pueden ser una pieza importante en la disminución de los plásticos que acumulamos a los vertederos.
Algunos predicen que emplearemos hongos en el hogar y en centros de reciclaje comunitarios para acelerar la degradación de los plásticos.
¿Plásticos para alimentarnos?
En una vuelta de tuerca adicional, hay quién se pregunta si podríamos utilizar los plásticos para producir alimentos.
En el fascinante estudio dirigido por Katharina Unger de la Universidad de Utrecht, trabajaron con varias especies de hongos que se alimentan de plástico.
Algunos de ellos son comunes, como la seta de ostra, que es comestible.
A pesar de que ya no queda rastro de plásticos en los hongos, convencer al público en general de que los coma podría ser una tarea difícil.
Se necesitan más estudios para determinar si es seguro comerse las setas después de que el hongo se haya nutrido con plásticos.
Si,finalmente se comprueba que las setas producidas con plástico pueden consumirse sin problema, podremos matar dos pájaros de un solo tiro.
Con 100 millones de personas en todo el mundo que se van a dormir sin haber comido, tener una fuente de alimentos que crece de la basura puede ser el santo grial.
Más aplicaciones de los hongos
La lista de nuevas aplicaciones donde podemos utilizar los hongos es increíble.
Los hongos ya se emplean en la fabricación de zapatos, mochilas, lámparas e incluso en artículos que antes se fabricaban con piel..
Ikea planea sustituir los plásticos empleados en embalajes por materiales fabricados por hongos.
Los hongos pueden utilizarse también para crear muebles y materiales de construcción («ladrillos de hongos«).
Algunas nuevas aplicaciones de los hongos aprovechan su capacidad para eliminar contaminantes del suelo y permitir la conversión de residuos en biocombustibles.
El futuro está en los hongos
Si hoy se hiciese una segunda parte de «El Graduado», tendríamos que modificar el diálogo del Sr.McGuire:
Sr. McGuire: Sólo quiero decirte una sola palabra— Sólo una palabra.
Ben: Sí señor.
Sr. McGuire: “Hongos”
Ben: ¿Exactamente qué quiere decir?
Sr. McGuire: Hay un gran futuro en los hongos. Piénsalo. ¿Seguro que lo pensarás?
Ben: Sí, sí lo pensaré.
Lástima que ya no tengamos a Simon and Garfunkel para hacer la banda sonora.