Cada vez existen más evidencias sobre los efectos positivos de una dieta rica en setas.
La mayoría de los ensayos en humanos hasta la fecha se han enfocado en la función inmunológica y los efectos anticancerígenos de los hongos comestibles y sus componentes, ya sea como terapia primaria o adyuvante.
La estimulación de la función inmunológica y algunos efectos anticancerosos de los hongos no son mutuamente excluyentes.
Se ha demostrado que los polisacáridos de varios hongos comestibles tienen efectos antitumorales en las líneas celulares humanas.
Estos polisacáridos generalmente pertenecen a la familia beta-glucanos. Parecen ejercer sus efectos antitumorales, no a través de un efecto citotóxico directo sobre las células cancerosas, sino indirectamente mediante la estimulación de la función inmunológica. Esto permite que el huésped combata mejor las células cancerosas. Se han publicado reseñas sobre las actividades inmunomoduladoras de los polisacáridos de los hongos.
Los estudios más prometedores indican una relación inversa entre el consumo de hongos y el riesgo de cáncer de mama.
Los resultados son consistentes a lo largo de una serie de investigaciones. Desde estudios in vitro utilizando líneas celulares humanas en cultivos y estudios en animales, hasta ensayos recientes en humanos.
Los ensayos in vitro y en animales hasta la fecha han reportado una inhibición de la actividad de la aromatasa ,una enzima implicada en la síntesis de los estrógenos.
Como consecuencia, existe una reducción de los niveles de estrógenos por extractos de hongos. Esto proporciona un mecanismo fisiológicamente relevante para los efectos sobre los tumores que muestran en su superficie celular receptores de estrógenos.
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4244211/