Estos son solo 5 de los errores que desearía haber conocido cuando empecé a cultivar setas.
Hay muchos otros, pero esos ya los dejamos para mas adelante.
Los errores son:
- No usar mascarilla
- Mojar las setas
- No medir la humedad
- Medir la humedad solo en un sitio
- No medir el CO2
Contenido
No usar mascarilla
La seta es la estructura encargada de fabricar y dispersar las esporas, que son sus células reproductoras.
Las esporas son tan pequeñas que solo puedes verlas con un microscopio.
Por término medio, miden unos 10 micrones, es decir la centésima parte de un milímetro. Son tan pequeñas y livianas que una vez liberadas pueden viajar con las corrientes de aire miles de kilómetros.
Es así como el hongo se multiplica y coloniza nuevos ecosistemas.
Una sola seta puede liberar 30.000 esporas en 1 segundo. En una hora una seta habrá liberado más de 100 millones de esporas. Mil setas pueden producir más de 100 billones (con b) de esporas en una hora.
Y todas ellas pueden estar flotando en una habitación de 50 metros cuadrados.
En cada minuto podemos estar introduciendo en los pulmones más de 3 millones de esporas.
En la mayoría de las personas las exposiciones puntuales a ambientes cargados de esporas o polvo no tiene consecuencias. Pero en algunos la exposición prolongada puede desarrollar una enfermedad conocida como neumonitis por hipersensibilidad.
Los pulmones desarrollan una respuesta inflamatoria ante lo que consideran una agresión. Se desencadena una reacción del sistema inmune contra las esporas.
Los síntomas de la enfermedad se manifiestan entre 4 y 8 horas después de haber trabajado, con lo que inicialmente no se asocia a la enfermedad. Los más frecuentes son la tos y la insuficiencia respiratoria (nos falta aire cuando hacemos algo).
Si la exposición a largo plazo continúa los tejidos pulmonares pueden perder su elasticidad y desembocar en una fibrosis pulmonar. La capacidad para respirar es limitada.
Como evitar la neumonitis por hipersensibilidad
Si estás empezando a cultivar setas o eres cultivador pero no tienes síntomas, procura ventilar bien la sala de cultivo antes de entrar.
Además, es muy importante que entres a la sala de cultivo con una mascarilla que sea al menos FFP1 para retener las partículas mayores de 1 micra.
Si ya eres cultivador de setas y tienes los síntomas, no sigas trabajando donde hay setas.
Delega en otras personas o cambia de oficio si no quieres correr el riesgo de tener una enfermedad respiratoria crónica.
Aunque uses mascarilla, siempre pasan esporas por los bordes que están en contacto con la piel. Tu cuerpo va a tener una reacción a las esporas, aunque sean pocas.
Por mucho dinero que ganes, no merece la pena que te arriesgues a tener una enfermedad como la fibrosis pulmonar.
Mojar las setas
Las setas necesitan mucha humedad. Pensaba que la mejor forma de aumentar esta humedad era regando las propias setas.
Después de todo, ¿qué podría haber más húmedo que algo que esté mojado?
Este es un error muy frecuente. Las setas necesitan mucha humedad en el ambiente pero también necesitan evaporar humedad desde su superficie.
Los nutrientes viajan desde el saco de cultivo hasta la seta gracias a que son arrastrados en el agua que transporta el micelio.
Si no se transporta agua desde el saco, tampoco se transportan nutrientes. Y, si no se transportan nutrientes, la seta no puede alimentarse. No puede crecer.
Para que se produzca este traslado de agua es necesario que se produzca una presión negativa en la seta. Para producir esta presión negativa la seta necesita evaporar agua desde su superficie.
Si la seta está mojada, no se produce esta evaporación desde la seta. La que sufre evaporación es la lámina de agua que está sobre la seta. Pero no la propia seta, que no crea una presión negativa que ayude al transporte de agua.
Nunca, repito, nunca mojes una seta. Para aumentar la humedad, moja el suelo, las paredes o utiliza sistemas de humidificación como los que recomendamos en nuestros cursos.
No medir la humedad
Para cultivar setas en condiciones óptimas, necesitamos mantener la humedad ambiente entre el 80 y el 92%.
Si la humedad es inferior al 80%, las setas pueden desecarse. Pierden peso.
Si la humedad es superior al 92%, no se produce el transporte de nutrientes desde el saco de cultivo a la seta.
Además, las diferentes fases de crecimiento de la seta pueden requerir humedades diferentes. Durante la formación de los primordios las necesidades de humedad son superiores a los que una seta a punto de recolectar.
Cuando se trata de la temperatura, tenemos sensores corporales que nos indican de forma aproximada la temperatura que tiene una estancia.
Tenemos una sensación de confort cuando estamos entre 20 y 25 ºC y sabemos que existe demasiado calor cuando pasamos de los 30 grados.
Sin embargo, con la humedad no tenemos sensores que nos indiquen de forma aproximada el grado de humedad que existe.
Necesitamos medirla. El instrumento para medir la humedad es el higrómetro. Si quieres cultivar setas y no tienes un higrómetro, será mejor es que busques uno. Son muy baratos. Desde 10-12 euros puedes comprar uno.
Deberías tener en cuenta que con el tiempo las esporas se depositan en el sensor y pueden dar lecturas erróneas en los higrómetros de la sala de cultivo.
Así que, de vez en cuando, sácalos fuera para que se sequen al exterior. Luego sopla en las aberturas del sensor y contrasta la lectura con otro higrómetro que no haya estado en la sala de cultivo.
Si quieres cultivar setas necesitas medir la humedad.
Medir la humedad solo en un sitio
No es suficiente con que pongas un higrómetro en un sitio. La humedad puede ser muy variable en la sala de cultivo.
Si pones el higrómetro cerca del cuelo verás que la humedad es superior que si tomas una lectura a un metro del suelo.
Esto es así porque el aire húmedo es más denso que el seco y tiende a depositarse en el suelo.
Si los sacos de cultivo están en el suelo esto no tendrá importancia.
Pero si los colocas en estanterías a diferentes alturas, puedes tener rendimientos diferentes dependiendo del estante donde tengas del saco de cultivo.
Además de la variación de la humedad según la altura, en la sala de cultivo pueden formarse bolsas donde la humedad puede ser superior o inferior al resto.
Mide la humedad en diferentes sitios y a diferentes alturas. En el curso de cultivo de setas para cultivadores te indicamos como puedes tener una humedad uniforme en la sala de cultivo.
Si quieres obtener el máximo rendimiento de un cultivo de setas necesitas no solo medir la humedad, sino asegurar que es superior al 80% y uniforme en toda la sala de cultivo.
No medir el CO2
La seta es el órgano productor de esporas de un hongo.
Para que esas esporas puedan dispersarse es necesario que la seta esté por fuera del sustrato.
En la naturaleza, cuando el micelio crece en un sustrato, sea el tronco de un árbol o la hojarasca del suelo del bosque, está sometido a concentraciones elevadas de CO2.
El propio micelio produce CO2 al respirar y por eso es elevado.
El micelio avanza por todo el sustrato y “sabe” por donde tiene que producir una seta por la calidad del aire que percibe.
Cuando una parte del micelio percibe que baja la concentración de CO2, sabe que llegó a la superficie del sustrato. Encontró el sitio por donde las esporas pueden volar al viento. Encontró el sitio donde puede producir la seta.
El descenso del CO2 induce la formación de setas. De la misma forma, el CO2 es un inhibidor del crecimiento de las setas.
Si la concentración de CO2 en la sala de cultivo es elevada no se producirán setas o estas serán pequeñas y deformadas.
Al igual que con la humedad, no tenemos sensores que nos indiquen la concentración de CO2. Necesitamos medirlo. Y si es muy elevado, tenemos que aumentar la ventilación de la sala de cultivo.
Al igual que con la humedad, también hay que medir la concentración en diferentes partes de la sala de cultivo.
Espero que esta guía de mis errores te haya resultado útil. Más adelante publicaré unos cuantos más.
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